Los Dos Amigos y el Oso

Antero Duks

Marchaban dos amigos por el mismo camino cuando, de pronto, entre la vegetación se les apareció un oso. Ante ello, uno de los amigos subió rápidamente a un árbol y se ocultó ahí; el otro, a punto de ser atrapado, se tiró al suelo, fingiéndose muerto, y el oso acercó su hocico oliéndolo por todas partes; pero el hombre contenía su respiración, porque se dice que el oso no toca un cadáver.

Cuando se hubo alejado el oso, el hombre escondido en el árbol bajó de éste y preguntó a su compañero qué le había dicho el oso al oído.

-Me ha dado un buen consejo.

-¿Y cuál es?

-Que nunca me acompañen cobardes como tú...