martes, 29 de marzo de 2011

Una Familia de Barberos









Antero Duks








El poder de una pregunta en el tiempo y momento adecuados. Es una historia real sobre un problema cotidiano al que una pregunta adecuada salvó de la ruina...



Nuestro relato comienza en una barbería con una larga tradición familiar. Sus abuelos fueron barberos, su padre fue barbero y nuestro protagonista desea continuar, aunque en este momento de la historia ese deseo ciertamente peligra...



La barbería, con el tiempo, se había convertido en mucho más que un simple lugar de corte de pelo y afeite. De hecho era todo una institución en el barrio, un centro de la comunidad donde todos se reunían, no solo para arreglarse el cabello, sino para disfrutar de la compañía de los vecinos, compartirnoticias del pueblo, y tomarse un buen café.



Pero no te imagines que era un pequeño negocio. La barbería había crecido hasta emplear diez estilistas que cortaban el cabello a mujeres y hombres en la comunidad.



Un día, el hijo del dueño llegó a pasarse unos días en casa porque tenía vacaciones de la Universidad, y se encontró a su padre deprimido y solitario. Finalmente, consiguió que el padre compartiera su problema:



Una cadena nacional de barberías se había estado expandiendo a lo largo del país con muchísimo éxito. La razón de su éxito es que ofrecían los precios más bajos del mercado arruinando a todos los barberos locales. ¡Y ahora esa cadena nacional estaba abriendo un nuevo local justo enfrente de su barbería!



El pobre barbero, obviamente motivado por la creencia de que él también sería forzado a cerrar su negocio, asumió que no tenía salida. La competencia ofrecía cortes de pelo por solo $6 dólares. ¡Algo que él no podría igualar jamás!



Y tal cual lo había vaticinado, uno por uno, el barbero vio a sus clientes abandonar su salón para hacerse clientes de la nueva barbería barata. El barbero le dijo a su hijo: "Hijo, no hay manera de que yo pueda competir con cortes de pelo de $6 dólares. Todos mis clientes se han ido a la nueva barbería, y no tengo otra opción, más que cerrar.



"Después de tres generaciones de barberos exitosos, no tengo otra alternativa que declararme en bancarrota. ¡Ya no tengo con qué pagarle a los empleados, ni la luz, ni a nadie!" – dijo el barbero cubriéndose la cara con sus manos para que el hijo no viera sus lágrimas.



El hijo le respondió diciéndole. "¿Sabes qué? El semestre pasado tomé un programa por créditos extras en mi clase de mercadeo que se llamaba: La ciencia del éxito. Una de las cosas que aprendí en esta clase fue algo que Einsteindijo: "Los problemas a los que nos enfrentamos, no pueden ser solucionados al nivel del pensamiento del problema". De modo que tenemos que encontrar alguna otra manera de pensar sobre esto. Debemos encontrar otra manera de verlo. Una de las estrategias que aprendí puede ayudarnos, se llama: "Tormenta de ideas".



El hijo entonces buscó un lápiz y un cuaderno y le enseñó al padre como usar la técnica de "Tormenta de ideas".



"¡Esto es lo que haremos!. - Le dijo el hijo: Nos preguntaremos a nosotros mismos, una pregunta que nos traiga una solución a nuestro problema. Algo así como: ¿Qué podemos hacer para que nuestra barbería sea exitosa? Y nos permitimos pensar en cualquier idea que llegue a nuestra mente, y las escribimos todas. Permitimos que las ideas fluyan por 15-20 minutos para tener tantas como sea posible. Ninguna idea está fuera de los límites. ¡Comencemos!"



El padre no estaba muy dispuesto, pero continuó con el ejercicio diciendo: La única idea que llega a mi mente es: ¡Cierra la Barbería!



El hijo le dijo, ciertamente es una idea, pero no es una respuesta válida a cómo podemos hacer para hacer nuestra barbería exitosa...¡Céntrate en la pregunta que hemos formulado!



No pasó mucho tiempo antes de que tanto el padre como el hijo tuvieran una tormenta de ideas en la que escribieron, aún las más alocadas ideas que llegaban a sus mentes.



Cuando terminaron, una de las ideas les resaltaba de la página. Y mirándose el uno al otro se dijeron: "¡esto podría funcionar!"



Así que satisfechos con la respuesta, el hijo regresó al día siguiente a la Universidad y el padre, ilusionado y satisfecho implementó la idea.



¿Qué fue lo que ocurrió?



¡En menos de 6 semanas, no sólo había recuperado a todos sus clientes, sino que habían aumentado en un 11% el número de clientes que hasta ese momento era lo habitual.



¿Deseas conocer cuál fue la idea que transformó este fracaso seguro en un éxito total?



¿Te imaginas cual fue la respuesta exitosa que se convirtió finalmente en una idea millonaria?



La idea fue colocar un aviso inmenso arriba de la puerta de la barbería que decía:



"Aquí arreglamos cortes de pelo de $6 dólares".










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