jueves, 16 de diciembre de 2010

Efectos de la adopción gay, según el psicoanálisis. Parte XII

 

Por: José A. Pérez Stuart

Diciembre / 2010

 

 

Para comprender la magnitud de la crisis de identidad sexual que se da entre niños y jóvenes de padres divorciados o separados; de madres solteras o bien de adoptados por parejas del mismo sexo, basta recordar la frase lapidaria del psicoanalista Donald Winnicott, quien con base en la experiencia clínica, advierte en los jóvenes y adultos dañados que ahí donde se tiene la imagen de un padre ausente, se vive en el interior del hijo la experiencia del padre muerto.

 

Sin embargo, debe quedar perfectamente en claro que la pregunta se ha planteado específicamente en torno a la adopción de niños por parte de homosexuales, porque éste es un fenómeno relativamente nuevo, apenas legalizado en algunos puntos del planeta (en América Latina el primer país en aprobar tal adopción fue Uruguay, el 9 de septiembre de 2009, por decisión del Congreso dominado por socialistas).

 

Es un suceso poco estudiado, ya que el lobby homosexual a nivel internacional prefiere inmediatamente evadir el análisis objetivo, al trasladar la interrogante al ámbito de "sus" derechos y el de la discriminación a las minorías; es decir, ubicar la discusión en el terreno estrictamente del derecho positivo, dentro de la llamada positivación propugnada por la dupla Jürgen Habermas-Ernesto Bobbio, que busca evitar cualquier definición, cualquier conceptualización y partir de lo meramente factual.

 

En efecto, para esos teóricos, ir al terreno de los principios, de la fundamentación absoluta, es una pérdida de tiempo. Lo que sostienen es que una vez generadas las conductas, se deben buscar consensos que conduzcan a la construcción de instituciones que garanticen a quienes realizan aquéllas, el "derecho" a ejercerlas.

 

De esa manera, conductas patológicas dejan de ser enfermedades para convertirse en "derechos". "Derechos" ganados.  Esta lógica es la que lleva a la legalización del aborto o del "matrimonio" entre homosexuales, dado que al generarse, al producirse, entonces deberán ser reconocidos a través de consensos, y por lo tanto quedar garantizados, protegidos por la ley en calidad de "derechos".

 

Este proceder nos conduce a una inevitable pregunta: ¿sólo porque bajo tal proceder parlamentario puede ser legalizada, deben entregarse a parejas de ese tipo, niños en adopción?

 

Desde otro enfoque: ¿solamente porque puede ser "su derecho", las uniones homosexuales deben hacerse acreedoras a recibir niños en adopción? Los cuestionamientos son válidos, porque es evidente que "los niños no pueden ser utilizados como instrumento para la reivindicación de derechos de unas personas, de un grupo; ni la adopción es una institución que pueda regirse por criterios de conveniencia política" (Cotugno, Nicolás, presidente de la comisión para la Familia de la Confederación Espiscopal de Uruguay, agosto 2009).

 

Dado que en este trabajo no se trata de un cuestionamiento ideológico, político o jurídico, sino psicológico, no cabe la menor duda de que los pronósticos no pueden ser favorables, positivos, halagüeños para esos menores, en vista de la experiencia clínica ya expuesta.

 

En efecto, los niños, nacidos del padre y madre, cuando son adoptados por homosexuales, se ven injertados en un esquema que no corresponde a la naturaleza de su ser, porque es evidente que todos los menores "naturalmente necesitan del referente como padre y como madre y no se tiene el derecho de suplirle esta necesidad natural. La naturaleza humana exige para un correcto desarrollo de su personalidad que los niños cuenten con modelos de identidad masculina y femenina" (Ibid).

 

No se trata, por tanto, de una cuestión exclusivamente jurídica, relacionada con derechos de minorías o exclusiones sexuales, sino de daños graves en la identidad de personas que pueden crecer en un ambiente en el que la naturaleza ha sido contrariada.

 

Es más, porque si se observara únicamente bajo la óptica normativa, no puede pasarse por alto que entre la serie de derechos primarios que toda persona posee, "no se ha de olvidar  el de nacer y crecer en un hogar estable, donde las palabras padre y madre puedan decirse con gozo y sin engaño" (Juan Pablo II, Discurso al nuevo embajador de España ante la Santa Sede, el 18 de junio. L´Osservatore Romano, edición semanal en lengua española, año XXXVI, núm. 26 (1852), 25 de junio de 2004).

 

Así es, los daños son evidentes, primero en el contexto personal y posteriormente en el social, cuando las palabras y las figuras "padre" y "madre" quedan caricaturizadas, no corresponden a la realidad, son engañosas, se encuentran alteradas y finalmente hasta suprimidas.

 

De lo que cabe concluir que "porque al adoptado se le debe educación y afecto, es una terrible injusticia no darle el ius que le es propio —con mucha más razón cuando ni siquiera conoce a aquellos que le dieron la vida—. Tiene derecho a contar con un modelo de padre y madre, de varón y mujer, conforme a su naturaleza, indispensable para la formación de su propia identidad de género. La persona sin esa identidad está incompleta en lo más íntimo" (Polaino Lorente, Aquilino, Padres Homosexuales, ¿un futuro cercano?, Bioética, 2004).

 

Como lo señalado Ana Carmen Marcuello, los dos papeles son insustituibles, complementarios y no intercambiables. Por tanto, tan perjudicial sería la desaparición de la figura de la madre, como la carencia de la figura del padre.

 

De ahí que resulte verdaderamente perversa, por ejemplo, la actitud asumida por autoridades de la Junta de Andalucía, emanadas del Partido Socialista Obrero Español, al imponer en escuelas públicas, en septiembre del 2009, un cántico que a repetir sin cesar por los pequeños, y cuyo siguiente estribillo asume una demostración palpable de lavado cerebral, al hacer repetir mil veces una mentira, en la intentona de querer que se convierta en verdad:

 

Con mamá y papá o solamente mamá

Con papá y mamá o solamente un papá.

Con dos mamás o con dos papás

En todas las familias te querrán igual (Contenidos Educativos, Capítulo 2, de Andalucía y Samir, web para niños  de la Consejería Educativa, Junta de Andalucía, 2009-09-16).

 

El cuestionamiento obligado, que pone al descubierto la dialéctica íntima en la que parece moverse la conflictiva psíquica de lesbianas y homosexuales es: ¿cómo es posible que quienes renuncian a su don de procrear y son partidarios del aborto, se afanen sin embargo en ser "padres adoptivos"? ¿No es una contradicción?

 

Bibliografía

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Benedicto XVI, Caritas in Veritate, 2009.

Bleichmar, Norberto y Leiberman de B., Celia, "El psicoanálisis después de Freud", 2006, Editorial Paidós, México.

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Laing, Ronald David, "El yo dividido", 2006, Fondo de Cultura Económica, México.

Laplanche, Jean y Pontalis, Jean, "Diccionario del Psicoanálisis", 2008, Editorial Paidós, Argentina.

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Liedloff, Jean,  "The Continuum Concept", Revised edition ©1977, 1985,  published by Addison-Wesley, paperback, 20th printing. Liedloff, Jean, "El Concepto del Continuum", Tercera edición, Ob Stare, España.  

Margadant S., Guillermo F., Derecho Romano, 2006, Editorial Esfinge, México, Sexta reimpresión.

Marcuello, Ana Carmen, "Sexo, Identidad, género y sus patologías", CB No 39, 2005, pp. 459 – 477.

Mc Dougall, Joyce, "Las mil y una cara de eros", 1998, Editorial Paidós, Argentina, Primera Reimpresión.

Polaino-Lorente, Aquilino, "Padres Homosexuales, ¿un futuro cercano?", 2004, Bioética, España.

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Prado Siriany, Arturo, Padres de Metal, Bioética, 2004, Universidad Austral de Chile.

Terrasa, Eduardo, "El viaje hacia la propia identidad", 2005, Eunsa, España Winnicott, Donald, Realidad y Juego, 2007, Editorial Gedisa, Argentina.

*Periodista

* comentarista de radio y televisión

* analista político y económico

* licenciado en Administración con estudios de Maestría en:

• Psicología, por la Universidad del Valle de México

• Derecho, por la Universidad Nacional Autónoma de México

• Historia del Pensamiento, por la Universidad Panamericana

Coautor del libro "La Bolsa de Valores"

Director del Grupo de Inteligencia y Análisis

(http://www.portfoliosdeperezstuart.blogspot.com).

 

 



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