Por: Equipo yoinfluyo.com
Marzo / 2010
El "Tata" Vasco vivió hace cinco siglos. Su legado es hoy muy reconocido, principalmente en la región del Bajío de nuestro país. Fue un religioso preocupado por el desarrollo de las comunidades indígenas y promovió la inserción de los nativos en los nacientes sistemas de salud, productivo y cultural. Abogado preocupado por la verdadera impartición de justicia, llegó a la Nueva España y escribió su propia historia de conquista.
¿QUIÉN FUE VASCO DE QUIROGA?
Vasco Vázquez de Quiroga y Alonso de la Cárcel, conocido comúnmente como Vasco de Quiroga, nació en Madrigal de las Altas Torres, Ávila. Existen serias divergencias sobre la fecha exacta de su nacimiento. Algunos investigadores afirman que éste se dio en el año 1470, aunque otros aseguran que sucedió casi 20 años después, en 1488.
De cualquier modo, "Tata" Vasco nació en el seno de una familia acomodada originaria de Galicia, en donde se preparó para después desplazarse a Salamanca para estudiar Leyes. Los registros históricos indican que hacia 1515 culminó sus estudios universitarios. Transcurridos 10 años, en los que Vasco pudo desempeñarse como abogado, se le nombró juez de la residencia de Orán, en África.
A fines de 1525 regresó a Granada, en donde pudo seguir ocupándose en las cortes, incrementando su prestigio y capacidades. Era tal su reputación que el propio Carlos V le tenía simpatía.
En 1530, cuando se desempeñaba un cargo en Murcia, se le notificó que había sido designado miembro de la Audiencia en México. Frente a las continuas quejas de abusos y vejaciones de la Primera Audiencia en contra de los nativos, la Corona española decidió enviar a la Segunda Audiencia, conformada por Alonso Maldonado, Francisco Ceynos, Juan de Salmerón, así como por el propio Quiroga.
La primera acción realizada por la Segunda Audiencia fue poner en orden la situación local. Abrieron un juicio de residencia contra Nuño Beltrán de Guzmán, Juan Ortiz de Matienzo y Diego Delgadillo, mismos a quienes se encontró culpables, por lo que fueron devueltos a España. Habían provocado la rebelión de los michoacanos, debido al maltrato dado a los indígenas y por haber asesinado al jefe de los tarascos.
LABOR DE "TATA" VASCO POR LOS SUYOS
El oidor Vasco de Quiroga se interesó mucho en la vida de los nativos. Fue así como logró fundar un primer hospital-pueblo, con iglesia y escuela, cuyo fin era albergar familias que vivieran en comunidad, en torno a fines, bienes y servicios comunes. Ahí concentró a 120 familias nahoas y otomíes.
Hay estudiosos que afirman que, a partir de esta iniciativa, Vasco de Quiroga dejó entrever su formación humanística, centrada en la Utopía de Tomás Moro y en los Ejercicios de San Ignacio de Loyola.
Dado que los michoacanos se mantenían en estado de rebelión, "Tata" Vasco dispuso la creación de un nuevo hospital-pueblo que fue llamado Santa Fe de la Laguna, en donde vivían 200 familias. El historiados Juan Joseph Moreno afirma que este trabajo contribuyó a la pacificación de los indígenas.
Los hospitales eran lugares donde "hacían a la verdad un género de vida que imitaba las costumbres de los primeros cristianos: vivían de bienes comunes, que eran aquellas tierras que les había comprado su fundador y que cultivaban ellos mismos con aquel orden que suele haber en una familia bien regulada", afirma el autor.
Por otra parte, en cuanto supo que Carlos V había autorizado nuevamente que sus súbditos esclavizaran a los indios, Vasco de Quiroga envió en 1535 su Información en derecho, en la que defiende con firmeza a los nativos y afirma que los encomenderos son hombres perversos de los que había que cuidarse.
El 6 de agosto tomó posesión como obispo de Michoacán y, al día siguiente del hecho, trasladó la sede episcopal a Pátzcuaro. La extensión territorial de la diócesis era vasta, por lo que la Corona española decidió dar a "Tata" Vasco tierras para cultivo agrícola y de ganado, cerros para vides y olivos, así como molinos y batanes.
EL OCASO DE SU VIDA
Los frutos de su esfuerzo se empañaron con los celos y las envidias de algunos de sus contemporáneos. Los encomenderos, aliados al virrey, buscaron que la sede episcopal se trasladara a la Nueva Ciudad de Michoacán recién fundada. Corría el año 1541. El arzobispo estaba molesto con Quiroga por las imprecisiones en los límites de su jurisdicción.
Los franciscanos y agustinos estaban molestos porque pensaban que Quiroga tenía la intención de dominar iglesias y acaparar el mayor poder posible. Dado que en contra suya había una serie de actores de peso, decidió exiliarse un tiempo en España.
Allá no se mantuvo quieto. Logró que el Papa reconociera el traslado de la sede episcopal a Pátzcuaro, consiguió muchos bienes para los hospitales-pueblos y escribió De debellandis indis. Fue así como, pasado cierto tiempo, decidió regresar a la Nueva España.
En 1562 se enfermó y así se mantuvo hasta su muerte, ocurrida en Uruapan, el 14 de marzo de 1565. Sus restos hoy descansan en la Basílica de Pátzcuaro, Michoacán.
Ese estado es muy reconocido por sus artesanías y manualidades. Lo cierto es que gran parte de todo ello se debe al trabajo, al esfuerzo y al ingenio de Vasco de Quiroga. Hoy, los artesanos de aquellas tierras todavía producen y fabrican bienes que el "Tata" Vasco enseñó a crear.
Así, nos refieren documentos históricos, se siguen haciendo guitarras en Paracho; artículos de cobre en Santa Clara; sombreros y redes en Jarácuaro; entre muchas, muchísimas cosas más que Vasco de Quiroga quiso mostrar los indios, siempre en el ánimo de ver por sus necesidades, tanto materiales como espirituales. Esto es el legado de un verdadero héroe patrio, preocupado por los suyos.
«El respeto a la ley enaltece nuestro espíritu»
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